Li-Fi, o Light Fidelity, es una tecnología emergente que podría revolucionar la conectividad, ofreciendo velocidades de transmisión de datos hasta 100 veces más rápidas que las del Wi-Fi tradicional. A diferencia del Wi-Fi, que utiliza ondas de radio para transmitir datos, Li-Fi emplea ondas de luz, lo que permite alcanzar velocidades teóricas de hasta 224 Gbps, en comparación con el 1 Gbps que se considera rápido en el Wi-Fi actual. Li-Fi funciona mediante el uso de bombillas LED que envían datos a través de pulsos de luz, similares al código Morse, lo que además de velocidad, ofrece mayor seguridad, ya que las señales de luz no pueden atravesar paredes, reduciendo el riesgo de accesos no autorizados. Esta tecnología podría ser especialmente útil en entornos que requieren alta velocidad y baja latencia, como hospitales, oficinas o instalaciones militares. A pesar de sus ventajas, Li-Fi tiene algunas limitaciones, siendo la principal que solo funciona en espacios cerrados, ya que depende de la visibilidad directa de la fuente de luz. Sin embargo, esto no supone un gran inconveniente, ya que la mayoría de los usuarios de smartphones utilizan Wi-Fi en interiores y recurren a la conectividad celular en exteriores. Aunque Li-Fi aún está en desarrollo y se espera que esté listo entre 2024 y 2029, empresas como Oldecomm y The Li-Fi Group están liderando la carga, explorando su potencial en sectores como la electrónica de consumo, la automoción y las telecomunicaciones. Con la creciente demanda de opciones de conectividad, especialmente en áreas donde las tecnologías tradicionales no son viables, Li-Fi podría convertirse en una solución clave para el futuro de las telecomunicaciones.
Fuente: HTCMania