Australia ha aparecido en los titulares mundiales al convertirse en el primer país en prohibir formalmente a los niños menores de 16 años el uso de importantes redes sociales plataformas. La histórica ley, que entró en vigor recientemente, exige tecnología gigantes como Meta (InstagramFacebook), TikTok y YouTube para evitar que los usuarios jóvenes creen cuentas y desactiven las existentes, o enfrentar multas importantes.
Esta medida marca el inicio de un experimento masivo en vivo que los legisladores de todo el mundo están siguiendo de cerca. El objetivo es encontrar una solución a la creciente crisis que rodea la salud mental y la seguridad en línea de los jóvenes.
El gobierno y los defensores de los niños argumentan que la prohibición es necesaria para proteger a los jóvenes australianos. Su objetivo es limitar el acceso a algoritmos y plataformas de redes sociales adictivas en edades en desarrollo. Los expertos sugieren que estos contribuyen a la ansiedad, los problemas de imagen corporal y el ciberacoso. Los datos nacionales encargados por el gobierno australiano encontraron que casi todos los niños de 10 a 15 años usan las redes sociales y una gran mayoría ha estado expuesta a contenido dañino.
El primer ministro australiano, Anthony Albanese. defendió la prohibición. Insta a los jóvenes a aprovechar el tiempo alejado de las transmisiones interminables para concentrarse en los deportes, la lectura y el tiempo cara a cara con familiares y amigos. Ministra de Comunicaciones, Anika Wells describió el movimiento como crucial para proteger a la “Generación Alfa de ser absorbida al purgatorio por algoritmos depredadores”.
Cumplimiento y controversia
Inicialmente, la ley se dirige a diez plataformas principales, y se espera que la lista evolucione. La mayoría de las empresas, incluidas Meta, YouTube y Snapchat, han declarado que cumplirán. Implementarán varios métodos de verificación de edad para esto. La lista de métodos incluye la estimación de la edad mediante selfies en vídeo, la verificación de documentos de identificación cargados o el uso de detalles de cuentas vinculadas. Snap, por ejemplo, suspende las cuentas durante tres años o hasta que el usuario cumpla 16 años.
Sin embargo, la prohibición ha generado debate. Las empresas de tecnología argumentan que las restricciones infringen el derecho a la libertad de expresión y advierten que desconectar a los adolescentes podría empujarlos hacia rincones de Internet menos seguros y no regulados, lo que podría aumentar los riesgos.
Muchos jóvenes australianos también expresaron su frustración por la falta de consulta sobre la legislación que les afecta directamente. Sostienen que las redes sociales brindan apoyo y comunidad vitales, especialmente para los grupos marginados. Por lo tanto, esta prohibición podría privarlos de habilidades esenciales para la vida y de acceso a información educativa. Un chico de 14 años lo expresa así: “Los padres estrictos crean hijos astutos”. Esto sugiere que los adolescentes recurrirán a VPN o buscarán plataformas alternativas no supervisadas.
El efecto dominó global
La comisionada de eSafety de Australia, Julie Inman Grant, cree que esta prohibición es la “primera pieza de dominó”. Grant anticipa que los gobiernos de todo el mundo, incluidos varios estados de EE. UU., harán lo mismo. Expertos del Social Media Lab de la Universidad de Stanford colaborarán con el Comisionado de eSafety para estudiar el impacto de la prohibición. Monitorearán todo, desde los cambios en los patrones de sueño de los niños y las tasas de uso de antidepresivos hasta sus interacciones en el mundo real.
Los resultados de esta prohibición de las redes sociales serán analizados a nivel mundial. Los resultados ofrecerán evidencia clave sobre si una medida tan radical es la forma correcta de proteger a la próxima generación en la era digital.
Fuente: Android Headlines
