En la carrera para construir más inteligente inteligencia artificialhay una conversación creciente que es menos sobre los algoritmos y más sobre la factura de electricidad. A medida que los modelos de IA se vuelven más complejos y los centros de datos se expanden para albergarlos, las demandas de energía se disparan. Esta situación lleva a muchos a comparar la huella ambiental de AI con la de un notorio Guzzler de energía: Minería de bitcoin. Entonces, ¿cuál es la situación con respecto al consumo de energía de la IA y las proyecciones futuras?
AI pronto podría superar la minería de bitcoin en consumo de energía
Durante años, Bitcoin Mining ha enfrentado un escrutinio por su enorme consumo de energía. El proceso de validación de transacciones en la cadena de bloques requiere potentes computadoras que se ejecutan durante todo el día, consumiendo grandes cantidades de electricidad. Las estimaciones sugieren que la minería de bitcoin puede usar tanto poder como los países enteros. La huella de carbono de la minería es una preocupación significativa, especialmente cuando está alimentada por combustibles fósiles.
Sin embargo, ha surgido un nuevo contendiente por el título de «Energía intensiva técnico«: Inteligencia artificial. Desde la capacitación de modelos de idiomas masivos hasta impulsar aplicaciones de IA cotidianas, la potencia computacional requerida para la IA es asombrosa. advertencia cada vez más que ya en 2025, el consumo de energía de IA podría superar el de la minería de Bitcoin. Algunos incluso proyectan IA para consumir cerca de la mitad de toda la electricidad del centro de datos global para fines de 2025. Incluso hay proyecciones de 85-134 TWH de consumo global para 2027. Esta cifra es comparable al consumo anual de electricidad de países como los Países Bajos o Argentina.
¿Por qué la IA tiene tan hambre de poder?
Se reduce a la escala de las operaciones. La capacitación de modelos AI avanzados implica procesar enormes conjuntos de datos, que requieren cientos o miles de GPU de alta potencia (unidades de procesamiento de gráficos) que trabajan al unísono dentro de los centros de datos masivos. Cada interacción con una herramienta de IA generativa, desde la redacción de un correo electrónico hasta la creación de una imagen, requiere un esfuerzo computacional significativo, conocido como «inferencia». Estas tareas generativas son órdenes de magnitud más intensivas en energía que las aplicaciones de IA más antiguas y más simples como el filtrado de spam. Se ha observado que la energía requerida para entrenar modelos de IA fronteriza aumenta exponencialmente. Incluso podría decupular (multiplicar por 10) cada año en algunos casos.
El rápido crecimiento de la IA significa un aumento paralelo en la construcción y expansión de los centros de datos. Estas instalaciones no solo albergan el poderoso hardware de IA, sino que también requieren inmensas cantidades de electricidad para los sistemas de enfriamiento para evitar el sobrecalentamiento. Algunos centros de datos de hiperescala ahora tienen demandas de energía equivalentes a cientos de miles de automóviles eléctricos.
La competencia por el poder
Esta demanda creciente pone a la IA en competencia directa con industrias como Bitcoin Mining para acceder a electricidad asequible. Esta competencia puede remodelar los patrones regionales de consumo de energía, impulsando la demanda sin precedentes de las redes de energía existentes. Algunos países y servicios públicos ya están evaluando o incluso restringiendo nuevas conexiones de centros de datos debido a las preocupaciones sobre sus necesidades energéticas que afectan los objetivos climáticos nacionales y la estabilidad de la red.
Para los mineros de Bitcoin, esta nueva rivalidad presenta un desafío y una oportunidad. Algunos mineros ya están explorando cómo modernizar sus instalaciones existentes para cumplir con los requisitos estrictos de los centros de datos de IA, diversificando sus fuentes de ingresos de la minería criptográfica volátil hasta ofertas de servicios de IA más estables. Este cambio destaca una tendencia creciente de «transformar minas en la mente», donde la infraestructura energética existente puede reutilizarse para nuevas demandas digitales.
¿Cuál es la perspectiva?
El futuro del consumo de energía en la industria tecnológica es realmente complejo. Si bien la IA promete avances increíbles, su floreciente apetito energético requiere una seria consideración de la sostenibilidad. Simplemente expandir las fuentes de energía renovable podría no ser suficiente para mantener el ritmo de la demanda si la eficiencia no mejora dramáticamente.
La conversación está cambiando hacia el desarrollo de tecnologías de IA más eficientes en energía, optimizando las operaciones del centro de datos e integrando operaciones de IA y criptografía con soluciones de cuadrícula flexibles. En última instancia, la gestión de esta creciente demanda de energía requerirá un esfuerzo de colaboración de compañías tecnológicas, proveedores de energía y formuladores de políticas para garantizar que la marcha del progreso tecnológico no tenga un costo ambiental insostenible. Nuestro futuro digital depende no solo de los algoritmos inteligentes sino también de las soluciones de energía inteligente.
Fuente: Android Headlines