«OpenAI sufrió un hackeo el año pasado que mantuvo en secreto, una decisión que ha generado controversia. La empresa, conocida por sus modelos avanzados de inteligencia artificial, fue víctima de un ciberataque en el que se sustrajeron datos sensibles de un espacio privado donde sus empleados discutían sobre los últimos desarrollos. Aunque no se comprometió información fundamental como los códigos fuente ni datos de clientes, la falta de transparencia por parte de OpenAI ha sido criticada. Los ciberataques a grandes empresas son frecuentes, con ejemplos recientes como los de Microsoft y T-Mobile. Sin embargo, lo que distingue este incidente es la decisión de OpenAI de no informar al público ni a las autoridades, justificándolo con la ausencia de información de clientes en los datos robados. Esta postura ha sido considerada poco ética y podría acarrear consecuencias, especialmente en un contexto donde se exige mayor transparencia a las empresas tecnológicas. El hackeo fue revelado más de un año después de ocurrido, gracias a dos personas cercanas al asunto que hablaron con The New York Times. No se conoce la identidad del hacker ni de quienes destaparon la información. La empresa argumentó que, al no haberse comprometido información de clientes, no era necesario hacer pública la brecha de seguridad. Sin embargo, en un momento en que se requiere mayor responsabilidad y transparencia en el manejo de datos, esta decisión de OpenAI podría tener repercusiones negativas.»